El ministerio asume las condiciones que Bellreguard le puso para aceptar la N-332

Transportes inicia el trámite para ejecutar una gran rotonda frente a la antigua cooperativa y obras en las aceras

El tráfico ha descendido desde la gratuidad de la AP-7, pero aún lo hará más con la prolongación de la CV-60

La alcaldesa, Cristina Mateu, señala que este proyecto de 3,2 millones de euros es «una gran esperada noticia»

La entrada norte de Bellreguard desde la N-332 en el lugar donde se construirá una gran rotonda.

La entrada norte de Bellreguard desde la N-332 en el lugar donde se construirá una gran rotonda. / Levante-EMV

Sergi Sapena

Cuatro años y medio después de convertir en gratuita la autopista AP-7, por la que ya discurre la mayor parte del tráfico de larga distancia en la comarca de la Safor, el Ministerio de Transportes sigue soltando lastre y cediendo a los ayuntamientos los tramos de la carretera N-332. Lo hizo en l’Alqueria de la Comtessa y el siguiente paso será Bellreguard.

Así lo ha dado a conocer el Ayuntamiento de esta localidad que, en noviembre de 2022, mediante acuerdo de pleno, condicionó la cesión de la travesía que discurre por su casco urbano a la ejecución de unas obras para «calmar» el tráfico y mejorar algunas aceras que han sufrido deterioro debido a los muchos años de una circulación prácticamente ininterrumpida, en buena parte de vehículos pesados.

Ese proyecto ya se ha hecho público y, previsiblemente, se acometerá a finales de este año o principios del siguiente mediante una inversión, a costa del Ministerio de Transportes, que alcanza los 3,2 millones de euros.

Según se desprende del plan de obras remitido por el ministerio, lo fundamental de esta actuación es la gran rotonda que se va a construir en el acceso norte de Bellreguard por la N-332. Porque esa glorieta, frente a lo que era la antigua cooperativa, actuará como eje fundamental de distribución a una especie de circunvalación que, en ambos sentidos, permitirá que a los vehículos no entren en el casco urbano si su destino son las playas o los municipios litorales de la Safor, especialmente Miramar, o Piles.

Así, circulando por viales municipales del polígono industrial, esta rotonda será la puerta a las calles que conectarán la N-332 con la carretera de la playa, aliviando considerablemente el tráfico por calles más concurridas.

Además de este nuevo enlace, se llevarán a cabo otras actuaciones, como la ampliación de un carril en sentido Gandia para facilitar el acceso a la zona comercial situada junto a la rotonda del Acceso Sur al Puerto. 

De la misma manera, con esos 3,2 millones de euros se contempla la pavimentación de varios tramos de aceras y la rebaja del nivel del asfalto, que en algunos puntos se ha ido acumulando hasta superar el nivel de las viviendas. El «calmado» del tráfico incluye igualmente un nuevo paso de peatones sobreelevado.

Cuando todo eso esté acabado, algo que previsiblemente ocurrirá a lo largo del año próximo, el Ministerio de Fomento dejará de ser el responsable de la travesía y cederá su gestión y su mantenimiento al consistorio.

El tráfico en esta localidad, igual que ha ocurrido en Xeraco, Palmera, l’Alqueria de la Comtessa y Oliva, ha bajado mucho desde que la AP-7 es gratuita, pero todavía tendrán que pasar años para que la Generalitat construya la prolongación de la CV-60, que también dispondrá de un enlace a la AP-7 entre Rafelcofer y la Font d’en Carròs. Será entonces cuando la N-332 pierda un considerable volumen del tráfico que soporta y las travesías pasen a ser, definitivamente, «calles» de cada uno de los municipios afectados.

La alcaldesa de Bellreguard, Cristina Mateu, ha señalado que el proyecto del trazado de la N-332 «mejora el acceso a nuestro pueblo, proporcionándonos mayor seguridad viaria», y añade que este nuevo paso «supone para los vecinos y las vecinas de Bellreguard una gran y esperada noticia».

Oliva, el proyecto más largo y el más esperado

De todos los proyectos de «humanización» de las travesías de la N-332 que están pendientes en la comarca de la Safor, los más inminentes son el de Bellreguard y el de Xeraco, en donde ambos ayuntamientos han aplaudido la iniciativa del Ministerio de Transportes.

Ahora bien, ninguno de ellos alcanzará la dimensión, y la inversión económica, del que se tendrá que redactar en Oliva, la ciudad que ha tenido que soportar durante décadas una constante procesión de vehículos, muchos pesados, con todos los inconvenientes que ello ha ocasionado.

Desde la pasada Navidad la entrada en servicio del Enlace Sur ha permitido facilitar el acceso a la AP-7 y, consiguientemente, ha reducido de forma apreciable el tráfico por la travesía olivense. Pero aún son muchos los vehículos que tienen la necesidad de adentrarse en Oliva y por eso el Gobierno local ha solicitado a la demarcación de carreteras del Estado que estudie limitar el paso de camiones de gran tonelaje, sin duda los más ruidosos, contaminantes y peligrosos.

La respuesta no ha llegado todavía, como tampoco se ha iniciado la redacción del proyecto que se acometerá para integrar todo ese espacio en la trama urbana y convertir la antigua carretera en un bulevar o calle amable de la ciudad.

La importancia de esta actuación se demuestra en el hecho de que la recién elegida alcaldesa de la ciudad, Yolanda Pastor, mantuvo el pasado agosto un encuentro con responsables de Carreteras del Estado para poder avanzar en los trámites. «El objetivo es que la travesía de la N-332 deje de ser ese espacio oscuro que siempre ha sido e integrarla en la ciudad y hacer una vía urbana muy agradable para el vecindario», dijo Pastor.