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La Saïdia

Entre barris advierte de la expulsión de vecinos de Saïdia para hacer pisos turísticos

Un grupo inmobiliario no renovará los contratos a los inquilinos de un edificio en Fray Pedro Vives

El colectivo ciudadano «Entre barris» ha dado la voz de alerta sobre la expansión al barrio de la Saidia del problema de la turistificación y la gentrificación, que ya afecta a otros barrios de Ciutat Vella, a Russafa y al Cabanyal.

El colectivo ha denunciado en este sentido la expulsión de 50 vecinos de un edificio ubicado en la calle Fray Pedro Vives, adquirido por el Grupo Vértice que ya ha comprado y rehabilitado varias fincas en la ciudad, en especial, en el centro histórico.

Este grupo inmobiliario ha notificado a los 14 arrendatarios que quedan en el edificio (donde hay un total de 27 viviendas) que se va a rehabilitar el inmueble y las viviendas vacías. El promotor asegura que «no se ha expulsado a nadie» y asegura que a los arrendatarios indefinidos, normalmente gente mayor, se les podría subir el alquiler hasta un 50%, «el tope que marca la ley».

El problema viene con los temporales, una decena de inquilinos, a los que no se les renovará el alquiler al vencimiento del contrato. «Es lo que la ley establece», asegura el dueño de Grupo Vértice, Antonio Sesé, quien argumenta que «es lógico que si se rehabilita el edificio y se moderniza, se coloca ascensor y se pone gas se repercuta la mejora» a los inquiinos.

Sesé no quiso concretar el precio al que se iban a poner a la venta las viviendas, si bien en otros puntos de la ciudad, como la calle Marvá, las viviendas del Grupo Vértice se han estado vendiendo por precios que rondan los 150.000 euros.

«Entre barris» explica en un comunicado que el pasado mes de julio inquilinos de las 28 viviendas de un edificio de la calle Fray Pedro Vives recibían la misma carta, explicándoles que no les renovaban los contratos de alquiler y que tendrían que dejar sus casas. Grupo Vértice va a rehabilitar los pisos y ofrecerlos a un mayor precio, añade el colectivo. El vecindario ha recibido la noticia con indignación y sospechan que sus casas serán ofrecidas a turistas y estudiantes extranjeros de rentas altas.

Sesé, por contra, asegura que las vivienda se ofrecerán a personas de «clase media o media baja» y valoró su contribución a la rehabilitación de edificios que en muchos casos están en ruinas y cuyos propietarios no tienen dinero para asumir su reforma.

Según Entre Barris, las obras ya están en marcha y los inquilinos se sienten «desamparados» ante estas operaciones inmobiliarias y aseguran que no les han ofrecido ninguna alternativa. El vecindario que todavía permanece en el edificio tiene que soportar las molestias de las obras y la presión del grupo inmobiliario.

Sesé asegura que han llegado a acuerdos económicos con algunos de los inquilinos que ya saben que no podrán renovar el contrato de arrendamiento para que adelanten su salida a cambio de una cantidad económica.

Entre Barris critica al gobierno del tripartito de «promover un modelo de ciudad dominado por la industria del turismo y de no actuar ante estas situaciones».

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