A la cárcel los dos presuntos asesinos de la maestra de Rafelcofer

La jueza de Instrucción 3 de Gandia dicta prisión comunicada y sin fianza por el asesinato de Rosa Carmen Pous Escrivà y también les imputa un delito de robo con violencia

Los detenidos por el asesinato de la maestra de Rafelcofer llegan a los juzgados de Gandia

Antonio 'Toni' S. E., de 46 años, y Rubén Ú. P., de 44, los dos delincuentes politoxicómanos de la Font d'En Carròs detenidos este martes por el asesinato de la maestra jubilada de Rafelcofer Rosa Carmen Pous Escrivà, cometido en la noche de este sábado en la vivienda de la mujer, en el número 10 de la calle Xiquet de Rafelcofer, ya están en la prisión de Picassent. Así lo ha decidido la jueza de Instrucción número 3 de Gandia, a instancias del fiscal y de la acusación particular, después de tomar declaración a ambos esta mañana de jueves y de examinar el atestado que le han entregado los agentes del grupo de Homicidios de la Guardia Civil. Ambos están acusados en la causa abierta por los delitos de asesinato y robo con violencia e intimidación en casa habitada.

El primero en ser conducido ante la instructora ha sido Antonio S. E., a quien la Guardia Civil considera presunto autor material del acuchillamiento mortal de la mujer, del que informó en exclusiva Levante-EMV. A su llegada, poco antes de las 11.00 horas de este jueves, ha soltado un "yo no sé nada" al ver la nube de periodistas que lo esperaban, cámaras en ristre, a la puerta del juzgado.

Lo mismo ha sucedido cuando el segundo detenido, Rubén Ú. P. ha sido conducido a las 12.05 horas desde el furgón al juzgado, un camino de apenas 10 metros. Como su compinche, se ha sentido en la necesidad de decir una palabras en voz alta, aunque nadie le había preguntado. "Soc innocent (soy inocente)", ha manifestado justo antes de acceder a la sede judicial.

Rubén el otro detenido de Rafelcofer

Rubén el otro detenido de Rafelcofer / Agustí Perales Iborra

Extremadamente violento

Antonio S. E., de 46 años, tal como ha avanzado hoy este diario, tiene un largo historial de delitos extremadamente violentos, entre ellos robos con violencia a personas en los que empleó armas blancas para intimidarlas. Exactamente igual que hizo presuntamente con Rosa Carmen. Con un amplio historial delictivo, que incluye tráfico de drogas y atentado a agente de la autoridad, está considerado por los agentes del cuartel de Oliva, que lo conocen a la perfección, como un delincuente extremadamente agresivo y violento.

Antonio S. E., a su llegada este jueves a los juzgados de Gandia.

Antonio S. E., a su llegada este jueves a los juzgados de Gandia. / Agustín Perales Iborra

De hecho, en una de las últimas detenciones, se arrancó los grilletes tras haber sido esposado y la emprendió a golpes con los guardias, lo que obligó a estos a emplearse a fondo para poder reducirlo y meterlo en uno de los calabozos.

El análisis de los cuchillos y de ADN

De momento, la jueza está pendiente de recibir no solo a los dos detenidos, sino también el atestado policial, al que aún faltan algunas pruebas por incorporar. Entre ellas, los resultados de los análisis de ADN de las muestras recogidas en casa de la víctima, en el número 10 de la calle Xiquet de Rafelcofer, que tendrán que ser cotejados con los perfiles de ambos acusados, y en otros escenarios, como las viviendas de los dos implicados, por ejemplo.

Así mismo, está pendiente el análisis de varios cuchillos intervenidos por los agentes del laboratorio de Criminalística en los registros de las viviendas de ambos presuntos asesinos, tanto en la de Rubén Ú. P., que vive prácticamente enfrente de Rosa, en el número 5 de la calle Xiquet, como en la de Antonio 'Toni' S. E., en el número 1 de la calle Miguel Hernández de la Font d'En Carròs, municipio del que son oriundos ambos y donde se conocieron hace más de dos décadas, aunque el primero lleva años residiendo en Rafelcofer.

Rosa del Carmen Pous Escrivà, de 66 años.

Rosa del Carmen Pous Escrivà, de 66 años. / Levante-EMV

Uno señaló a la víctima; el otro la acuchilló

En principio, de la investigación llevada a cabo en un tiempo récord por el grupo de Homicidios, se desprende que, casi con toda seguridad, ha sido Antonio el ejecutor del crimen, pero Rubén habría sido quien le señaló a la víctima diciéndole que guardaba dinero en casa. Tal como han podido ser reconstruidos los hechos, los dos presuntos asesinos, ambos politoxicómanos y con antecedentes policiales importantes, estaban en casa de Rubén Ú. P. desde la media tarde del sábado, consumiendo alcohol y cocaína.

Avanzada la noche, cuando se quedaron sin droga, empezó la espiral de violencia y ansiedad, porque tampoco tenían dinero. Es en ese momento cuando se sospecha que decidieron robarlo para seguir con su fiesta y uno le dijo al otro que Rosa tenía dinero.

No tuvo tiempo para reaccionar

Juntos o Antonio solo, algo que aún no ha podido ser aclarado del todo, habrían cruzado la calle y llamado al timbre de Rosa Carmen, que estaba sentada en la mesa del comedor, cenando, tal como adelantó ayer Levante-EMV. Dejó el plato a medias y abrió. La puerta está muy cerca de la mesa. Sin tiempo para reaccionar, el asaltante se le echó encima. Empezaron los gritos, el acoso y las amenazas. La arrinconó contra la mesa, cogió el cuchillo con el que ella estaba cenando y se lo clavó una y otra vez: 16 veces totalmente profundas y otras cuantas, más superficiales. Le causó lesiones mortales en el corazón y en el pulmón. Él también se cortó. Y dejó su sangre en el suelo del comedor. Le quitó (o quitaron el batín) y lo dejaron caído junto al cuerpo sin vida de Rosa, al pie de la mesa del comedor. Luego, buscaron y encontraron la cartera y se fueron. Ese fue todo el botín del salvaje homicidio: el escaso dinero en metálico que la mujer tenía en el monedero.

Mentira, sangre y más evidencias

Luego, regresaron a la casa de Rubén. Por el camino dejaron gotas de sangre que llevaron a Homicidios a relacionar de inmediato ambos escenarios y los especialistas de Criminalística, a inspeccionarlos. En esa vivienda, encontraron el pantalón de chándal de Rubén con manchas de sangre. A la Guardia Civil, primero, y a los periodistas, después, les dijo que su amigo de juventud, Toni, se había autolesionado en un ataque de ira porque se le había acabado la cocaína y que se había limpiado en su pantalón. Mentía.

Testimonio de un interrogado por el asesinato de la maestra jubilada de Rafelcofer

Finalmente, a media mañana del martes, 40 horas después de que la hija de Rosa encontrase su cuerpo cosido a cuchilladas en el suelo del comedor de su casa y tras varios interrogatorios a ambos sospechosos, llegaron los primeros resultados obtenidos por Criminalística en al menos dos de los escenarios. Homicidios, que había mantenido bajo control a los dos presuntos asesinos desde el domingo por la tarde, decidió que era el momento y los detuvo. Ahora la jueza ha decidido que tambiñen ha llegado el momento de su ingreso en la prisión de Picassent.