La banda de los cajeros lleva una quincena de asaltos en dos meses en la C. Valenciana y Murcia

Los delincuentes, que se han hecho con un botín estimado de más de 600.000 euros, roban camiones pluma para arrancar los expendedores de cuajo, que luego revientan con una radial para huir con el dinero en coches con matrículas falsas

La sucursal asaltada en Palma de Gandia, con el cajero automático arrancado

La sucursal asaltada en Palma de Gandia, con el cajero automático arrancado / Levante-EMV

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

Tres de la madrugada. Un grupo se acerca al cajero, casi siempre de sucursales de Caixabank porque es de las pocas entidades que mantienen oficinas en poblaciones pequeñas, rompen el cristal, rodean el expendedor con cinchas y, con la ayuda de la pluma de un camión robado previamente, lo arrancan, lo izan, lo cargan y desaparecen. Detrás, una nube de polvo y los cascotes sobre la acera. El último asalto, por ahora, ha sido en Palma de Gandia, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, y el botín podría haber sido doble: se han llevado los dos expendedores de dinero de que estaba dotada la oficina.

Como en el resto de los golpes de esta banda criminal, el objetivo son cajeros de la citada entidad, en pueblos pequeños, en los que saben que no hay Policía Local por las noches y donde el tiempo de respuesta de la Guardia Civil es más elevado por las distancias que deben cubrir las patrullas en las demarcaciones más despobladas. Además, buscan municipios que tengan cerca una vía rápida para buscar la huida. 

El mismo método una y otra vez

Siempre atacan entre las tres y las cinco de la madrugada y en días entre semana, pero cerca del sábado, para garantizarse que el cajero esté bien lleno de dinero para dar servicio en fin de semana. Y utilizando en todas las ocasiones camiones pluma robados horas antes, en puntos alejados –a veces, incluso a 70 kilómetros– del banco que han elegido para reventar, con el fin de evitar a las fuerzas policiales.

Por ahora, se les presumen cerca de una quincena de robos exactamente iguales, cometidos entre finales de febrero y la madrugada de este viernes, cuando cometieron el robo de Palma de Gandia. En esta ocasión, el camión lo habían sustraído esa misma noche en un municipio de la Marina Alta y lo abandonaron después en Rótova. Como los cajeros.

Uno de ellos, sin abrir, estaba tirado junto a una rotonda, a la entrada del municipio de la Safor, adonde fue a parar, casi con toda seguridad, al caerse del camión cuando su conductor tomó la curva a demasiada velocidad.

Un cuantioso botín

La otra caja, esa sí, reventada con una sierra radial, como acostumbran, y vacía, fue hallada unos kilómetros más adelante, también en las inmediaciones de Rótova. Como siempre, una vez terminada la faena, escapan en vehículos a los que han colocado matrículas falsificadas.

Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, uno de los expendedores tenía unos 50.000 euros y el otro, algo más de la mitad. De momento no ha trascendido cuál perdieron por el camino, si el más o el menos cargado de billetes.

Otra imagen de los daños causados en CaixaBank de Palma de Gandia.

Otra imagen de los daños causados en CaixaBank de Palma de Gandia. / Levante-EMV

Los cajeros que se ha llevado este grupo criminal, del que se sospecha que está integrado por hombres de distintos países del Este que ya habría estado actuando en la misma zona que ahora, pero hace más de un año, suelen tener, de media, entre 50.000 y 60.000 euros

En total, solo se les han quedado sin abrir dos de los 13 cajeros que se han llevado en estos dos últimos meses utilizando siempre la misma técnica, por lo que el botín estimado es de más de 600.000 euros. A ellos hay que sumar los importantes daños materiales que dejan tras de sí y el perjuicio económico que supone la reposición de los expendedores de dinero.

Murcia, la más castigada

El primer asalto en esta última oleada se produjo el 20 de febrero en Llosa de Ranes. Desde entonces, se contabilizan 13 con el mismo método, cometidos en València (4), Castelló, (2), Alicante (1) y Murcia, la más castigada con 6 robos con fuerza. Las poblaciones afectadas en València son Llosa, Favara y Palma de Gandia; en Castelló, robaron dos veces en sendas sucursales de Jérica con solo 20 días de diferencia;en Alicante, atacaron en Benferri; y en Murcia los asaltos han sido en pedanías de Archena, Totana, Lorca y Torre Pacheco, y en las poblaciones de Lorquí y de Beniaján.

Además, hay otros dos robos idénticos cometidos en noviembre en Orihuela y en Librilla (Murcia), por lo que se sospecha que, probablemente, decidieron viajar a sus países y descansar en Navidad y enero antes de retomar su ‘trabajo’ a la vuelta de esas ‘vacaciones’.