El joven tiroteado en Benetússer: Traca y música techno en la despedida del Zobe

En la esquina donde cayó desplomado hay un altar con flores, velas y mensajes en recuerdo de David Giménez

Altar con múltiples muestras de cariño hacia el Zobe, el joven asesinado en Benetússer.

Altar con múltiples muestras de cariño hacia el Zobe, el joven asesinado en Benetússer. / I. Cabanes

Las muestras de cariño hacia David Giménez, alias el Zobe, se suceden desde que hace una semana el joven fue asesinado de un tiro por la espalda en una calle de Benetússer. Sus familiares, amigos y conocidos lo despidieron ayer en un emotivo funeral en el cementerio de Benetússer, en el que no faltó ni la música techno, que puso la discoteca Barraca para rendir homenaje a uno de sus más asiduos clientes, e incluso una traca con fuegos artificiales que tiraron sus amigos. «No se merecía morir así y por lo menos queríamos que tuviera un entierro como a él le hubiera gustado», asegura uno de los colegas del Zobe.

Los mismos que aseguran que no van a parar hasta dar con sus asesinos y que van a colaborar en todo lo que esté en sus manos con la Guardia Civil para que se haga Justicia, según aseguraron.

El cuerpo sin vida de David Giménez permaneció en el tanatorio de Paiporta hasta que a las 10.30 horas del martes se celebró su funeral. Más de 300 personas, la gran mayoría jóvenes, se quisieron acercar a dar un último adiós al Zobe, quien dado su carácter social, extrovertido y fiestero "tenía amigos hasta debajo de las piedras", apuntaba otro conocido. 

Mientras el grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia prosigue con sus investigaciones para recabar las pruebas pertinentes contra los presuntos autores del crimen, entre ellos el autor material del disparo que acabó con su vida. La principal hipótesis que se maneja es que se tratara de un intento de robo de la droga que portaba la víctima, tras citarlo para una supuesta compra. Algunos testigos apuntaron que vieron salir corriendo del lugar a tres personas y que al parecer había una cuarta esperando en un vehículo.

En la esquina del cruce de la calle Párroco Eduardo Ballester con la calle Palleter de Benetússer, donde cayó desplomado el joven de 31 años tras caminar unos 60 metros desde el lugar en el que fue tiroteado, un altar con coronas de flores, velas y mensajes recuerda que «Solo muere quien se olvida».